CRÓNICA DE LA GUERRA CREATIVA

Hola entrañables seres de ideas retrógradas:

Como principal precursor de la "batalla propagandística", de la cual muchos habéis sido testigos (y algunos partícipes), me dispongo a desvelar los pasos e intenciones perseguidas.

Sé que un sector minoritario ha generado mucho ruido, y de paso dotado de gran relevancia, con sus quejas espontáneas y desmesurada susceptibilidad. Pero a la vez la mayoría de vosotros ha mostrado un apoyo incondicional y alabado la causa sin importar de la carrera de la que procediera. Principalmente porque se posee un sentido del humor suficientemente maduro y valoran el hecho de que se hagan cosas nuevas entre los muros de nuestra amada facultad.

Así que sin más dilación os paso a explicar cómo empezó todo:

Día 1: Como ya venía siendo una tradición desde hacía años (véase las primeras entradas de este blog: 1,2,3) se propuso hacer partícipes a todos los alumnos de la TOTALITARIA Comunicación Audiovisual en la confección de carteles y otras actividades.

Día 2: Se hace público por Internet el primer cartel, en tono irónico y bromeando sobre "qué asignatura mola más". Un chiste que casi rozaba "lo infantil" pero no por ello menos efectivo. Así que me puse manos a la obra y saqué en un tiempo récord una treintena de carteles con muchas variantes temáticas: sarcásticos, irónicos, laicos e incluso autocríticos. Y puesto que se había iniciado la provocación hacia Publicidad y RRPP, pues también un par de ellos. ¿La finalidad? arremeter contra todo (incluso nosotros mismos), pero siempre ironizando desde el "respeto".

Día 3: Los alumnos de 4º y 5º recibieron con muy buenas críticas mis obras y les propuse que votaran o imprimiesen su/s preferido/s. Resultado: una veintena de carteles repartidos por toda la Facultad de Ciencias Humanas y Sociales. Pero francamente nos sorprendió la nefasta aceptación de un grupo MUY reducido de personas. Carteles arrancados y frases insultantes por la "ofensa" recibida. Como ya tenemos cierta experiencia y madurez suficiente para no tomarnos este tipo de cosas en serio contraatacamos con lo mejor que sabemos hacer: carteles. Compartí mi plantilla en .psd con mi apreciada familia audiovisual con tal de que dieran "rienda suelta" a su imaginación.

Día 4: Segundo día de impresiones, a una hora mucho más temprana respecto al día anterior. Mis fieles súbditos estaban tan emocionados que no había quien los parase, y no dejaba de tratarse de un inofensivo juego que habíamos improvisado con tal de estimular la creatividad de ambas carreras. Y lo hicimos público con carteles que manifestaban nuestra REAL amistad con Publicidad Y RRPP. Además se incluyó una franja blanca de críticas "a lo Risto Mejide" para ofrecer la posibilidad de crítica, comentarios y, al fin y al cabo, libre circulación de ideas y COMUNICACIÓN.

Resultado: incomprensión total, y amenazas de boicotearnos la cena por el uso de marcas registradas.

Día 5: Día de la Fiesta de Comunicación Audiovisual y último día de campaña. Solventamos de forma inmediata la mención de marcas registradas, incluso del nombre de la titulación puesto algunas personas de nuestra titulación no deseaban estar incluidas en "el mismo saco". Pedimos perdón, animamos a la participación y revancha, e incluso manifestamos una realidad compartida por cualquier estudiante que se precie (sin olvidar que la referencia es potencialmente al mundo del espectáculo y la TV). Al final intervinieron los directores de ambas titulaciones y delegados de 5º curso (desde aquí mi más afectuoso saludo) y nosotros tuvimos nuestra fiesta después de un gran día de celebración (no olviden la valiosísima promoción con la ayuda de nuestra "hormiga gigante").

Esta historia tiene su propia moraleja, y se pueden sacar conclusiones reveladoras sobre la actuación de los individuos y colectivos. No deja de ser un interesantísimo estudio sociológico del mundo universitario (que tanto amor y odio me despierta a partes iguales). Yo tengo clara mi posición desde el principio, y si a estas alturas alguien no lo tiene claro el cómo y porqué sucedió todo no tengo el más mínimo inconveniente en explicarlo las veces que haga falta. La mayor parte de personas lo comprendió desde el primer momento sin necesidad de explicación alguna y merecen el mayor aplauso en muestra de civismo.

Desde la crew audiovisual proponemos que contraataquen con el ingenio, creatividad y mala leche que sabemos que "algunos" poseen (tranquilos, en nuestra carrera tampoco es que el ingenio esté de moda). Su San Patrocinio se acerca a lomos de un corcel negro con sed de venganza. Y cuando acabemos de hacer el gilipollas (que todos sabemos que es por puro aburrimiento) nos iremos todos a tomarnos unas birras en la taberna y a reírnos de lo sencillo que resulta sembrar el caos.

Vuestro hermano bastardo

                                                    Nacho (ahora en edición Jabón de Marsella)